Pensamientos |
Uno de los elementos básicos a tener en cuenta a la hora de interpretar el significado de una flor es, sin duda, el color. Una misma planta simboliza emociones diferentes si cambiamos el color de su flor. Volvemos a las rosas: las rojas representan amor y pasión, las rosas, admiración y gratitud; y las blancas, pureza.
Flores blancas:
Este color es el más puro y simboliza la devoción, la compasión, la humildad. Las flores blancas nos evocan elegancia, sencilla, calma… Son símbolo de luz y de los caminos que están por llegar. También están relacionadas con el amor eterno
Flores azules:
Atípicas, sí. El azul es un color sereno, fresco y relajante. Y las flores de este color son algo misteriosas y enigmáticas. Pero el azul es el color del cielo y del mar y, como tal, regalar flores de este color transmite tranquilidad, paz mental, armonía y confianza. Las flores azules representan la amistad, el apoyo incondicional, la confianza.
Flores amarillas:
¡Destierra el mito de la mala suerte! El amarillo simboliza la energía, la amistad y el placer. Este es un color alegre que estimula la memoria, ¡es el color de la luz, del sol, del verano! Así que regalar flores amarillas significa desear felicidad, juventud, energía y vitalidad.
Flores rosas:
Suave y delicado, este color evoca feminidad e inocencia. Son muy usadas para hacer regalos románticos, pero también para transmitir alegría y felicidad. Las flores rosas simbolizan la ternura, la bondad, la delicadeza y el amor.
Flores rojas:
Amor y deseo. El más excitante de los colores. Ese con el que representamos nuestro corazón. Las flores rojas evocan pasión, acción, amor y seducción.