Hay etapas del año, especialmente en invierno que uno se siente más emotivo, un tiempo sensible orientado hacia el interior . La naturaleza está en estación de descanso, callada, retirada, profunda en la tierra y las raíces, preparándose para la primavera, y es así como en ciertos días uno recrea su imaginación, casi intuitivamente juega con el color y el agua. Y de ese modo surgen imágenes espontáneas relacionadas con el flujo y refluyo de la naturaleza dentro de nuestro ser.
