Técnica mixta, pintura acrílica sobre papel
hecho a mano texturado
La música es un elemento imprescindible en la vida del hombre. En la naturaleza observamos el inicio de esta inquietud.
Platón imaginó al cosmos como un animal vivo cuyas partes subsisten todas en armonía. Desde esta perspectiva, el universo es un gran pentagrama donde todas las notas confluyen perfectamente. Y lo corroboramos a diario. El trino de un canario, el crepitar del fuego, el rugido de una cascada que cae sobre las piedras y estalla, el cascabel de la serpiente que amenaza o, incluso, el silencio del desierto son manifestaciones de Euterpe (la musa de la música).
En la mitología griega
las musas (en griego antiguo
mousai) eran, según los escritores más antiguos, las diosas inspiradoras
de la música
y, según las nociones posteriores, divinidades que presidían los diferentes
tipos de poesía, así como las artes y las ciencias.
Originalmente fueron consideradas ninfas inspiradoras de las
fuentes, cerca de las cuales eran adoradas; y llevaron nombres diferentes en
distintos lugares.