Unas pequeñas plataformas de totora destacan entre el intenso azul de la parte peruana del lago Titicaca, cerca de la bahía de Puno. Son las islas flotantes artificiales de los uros, un pueblo ancestral que habita en pequeñas comunidades en medio del lago navegable más alto del mundo.
Los islotes amarillentos en los que estos habitantes levantan sus casas están construidos con un tipo de junco llamado totora que crece en el agua. Los uros recolectan sus raíces cuando salen a flote, en la época de lluvia, cortan grandes bloques y los van uniendo hasta que forman una isla flotante que puede perdurar hasta 23 años.
"Son los hombres quienes recolectan la totora, porque ellos son los que saben cuáles son las raíces buenas. Si tienen mucha tierra, se hunden"
Es decir que todas las actividades diarias son desarrollados sobre estos islotes, cocinan, duermen y pescan alli.