El nombre que recibe el género Clematis deriva del vocablo griego "klema", que significa rama trepadora, en alusión a su capacidad de ramificarse, expandirse y trepar.
Son algo peculiares en cuanto a las condiciones para su cultivo.
Les gusta el pleno sol siempre que las raíces permanezcan a la sombra en un terreno húmedo y fresco; una buena idea es colocar plantas más bajas cubriendo la franja de raíces de la Clematis.
Un emplazamiento de sombra parcial es la adecuada para zonas demasiado calurosas, o al menos que el sol quede suavemente tamizado mediante algún tipo de cubierta.